Moria «Pozo Oscuro» es el nombre que reciben las más grandes minas construidas por los Enanos en la Tierra Media, situadas más al sur en las Montañas Nubladas. Conocida también como Khazad-dûm (mansión de los enanos), la Mina del Enano, fue durante mucho tiempo el símbolo del poderío del pueblo Enano.
Descripción[]
Moria era un gran centro de comercio y minería a pesar de encontrarse algo alejada de otras minas enanas. Fue el más antiguo y famoso de los reinos de los enanos. Sin embargo, la prosperidad terminó cuando los Enanos excavaron demasiado hondo en busca de mithril, y despertaron a un antiguo Balrog que se encontraba en letargo en lo más profundo de la tierra. Los Enanos abandonaron entonces Khazad-dûm, y las minas se convirtieron en un lugar de oscuridad y miedo.
Durante los acontecimientos de El Señor de los Anillos, la Compañía atraviesa Moria para cruzar las Montañas Nubladas, después de el fallido intento de pasar por el Paso del Cuerno Rojo.
Etimología[]
Las minas de Moria han recibido distintos nombres a lo largo de su historia, los Enanos la llamaron Khazad-dûm, que en khuzdûl significa Mina del Enano. Los Elfos, a su vez, llamaron a la mina Hadhorond, cuyo significado es Bóveda del Enano. Una vez Khazad-dûm fue abandonada, se convirtió en un lugar siniestro, por lo que los Elfos, desde ese momento, le dieron el nombre de Moria, que significa Abismo Negro.
Historia[]
Edades de los Árboles[]
Cuenta la leyenda que cuando Durin, el padre de los Enanos, despertó en el Monte Gundabad, se dirigió al sur, siguiendo las sendas que iban paralelas a las Montañas Nubladas. Al llegar al valle de Azanulbizar, Durin quedó sorprendido de la belleza del entorno, y se asomó al Lago Espejo. Al inclinarse, vio que en la superficie del lago apareció una corona de estrellas, y entonces supo que había encontrado el lugar donde moraría él y su pueblo. En los años siguientes, Durin volvió a Azanulbizar con una compañera y con los Enanos, su pueblo, y, en poco tiempo, excavaron en las cuevas de Azanulbizar y las convirtieron en unas profundas, laberínticas y extensas minas con muchas galerías, estancias, túneles, puentes y corredores; que se extendían bajo las raíces de los tres picos de Khazad-dûm: el Bundushatûr, el Zirak-Zigil y el Barazimbar. Allí creció la más grande ciudad de los Enanos, donde se forjaba, se excavaba, se escribía y se mejoraban las artes enanas.
Se desconoce la fecha exacta del inicio de la construcción de Khazad-dûm, pero se cree que ocurrió alrededor del año 1250 de las Edades de los Árboles, pues cuando fue construida, y existían varias ciudades Enanas en la Tierra Media, tales como Nogrod o Belegost. Ya en el 1300, Moria era ya la más importante morada de los Enanos. Tras la destrucción de Beleriand, muchos huyeron de las ruinas de Nogrod y Belegost hacia aqui lo que aumento su población.
Primera Edad del Sol[]
Durante la Primera Edad no ocurrieron grandes acontecimientos en Moria, a parte de que se extendió aún más y se volvió aún más próspera. Al principio el comercio de Khazad-dûm era entre Enanos, pero con la llegada de los Edain que se dirigían al oeste, los Enanos empezaron a establecer relaciones con los Hombres. Es probable que hubiera algunas relaciones con los Elfos Silvanos, aunque no siempre cordiales.
Segunda Edad del Sol[]
A principios de esta edad, en Moria se descubrieron vetas de mithril, la Plata de Moria, por lo que la importancia económica de Moria se vio aún más aumentada. Pero lo que provocó grandes cambios en las relaciones de los Enanos fue la llegada de los Herreros Elfos a Eregion, que habían emigrado desde Beleriand. Desde ese momento, se formaron importantes vínculos de amistad entre Elfos y Enanos, que comerciaban mutuamente y de forma amistosa. Tal era su amistad, que grabaron juntos las inscripciones de las Puertas del Oeste de Khazad-dûm, y cuando los Anillos de Poder fueron forjados por los Elfos, se los dieron a los Enanos, para enfado de Sauron. Fue por este motivo que atacó Eregion, y la derrota de los Elfos supuso el abandono de la región. El último signo de amistad entre Enanos y Elfos fue que Durin I envió un importante regimiento de Enanos a combatir junto con Gil-Galad contra Sauron.
Tercera Edad del Sol[]
Esta edad supuso la decadencia de Moria y su abandono. Aún al principio de la Tercera Edad Moria era próspera y poderosa, a pesar de que Sauron empezó a recobrar su poder y los Orcos empezaron a infestar las Montañas Nubladas. Pero lo que verdaderamente marcó el fin de Moria fue el afán de los Enanos por encontrar mithril. Al final llegó un momento en el que excavaron demasiado hondo, y despertaron a un Balrog de Morgoth que se había ocultado en lo más profundo de la tierra tras su destierro. El Balrog acabó expulsando a los Enanos de Moria tras una larga batalla, y los Orcos ocuparon Moria, enseñoreándose de las minas y robando todos los tesoros que pudieron.
En el año 2790, Thror Rey Bajo la Montaña y su pueblo fueron expulsados de la Montaña Solitaria por el dragón Smaug. Thór, recordando el antiguo esplendor de Moria, decidió reconquistarla, y se dirigó a las Puertas del Este de Moria acompañado por Nár, su sirviente. Allí se adentró en las minas orgullosamente, a pesar de las advertencias de Nár, y días después, encontró, con gran pena, el cadáver de Thrór, mutilado por los Orcos. En la cabeza de Thrór los Orcos habían escrito el nombre de Azog, el asesino de Thrór.
Nár acudió entonces a Thráin y le explicó lo ocurrido, de modo que Thráin decidió declararles la guerra a los Orcos. La batalla que hubo en las puertas de Azanulbizar fue llamada la Batalla de Nanduhirion, y fue la más grande que hubo entre Enanos y Orcos. En ella hubo muchas muertes y mucho dolor, y a pesar de que los Enanos obtuvieron la victoria y mataron a Azog, no osaron entrar en Moria, pues el Balrog, conocido como el Daño de Durin por los Enanos, seguía dentro de las minas.
Años más tarde hubo otro intento de reconquistar Moria, esta vez por Balin de Erebor, que acompañado por Óin, Ori y una hueste de Enanos, salió de Erebor y se instaló en Moria. Sin embargo, este intento resultó trágico, pues los Orcos los asediaron durante cinco años hasta replegarlos en la Cámara de Mazarbul, donde los Enanos tuvieron su fatídico final.
Años después, la Compañía del Anillo cruza las Minas de Moria para lograr superar las Montañas Nubladas, después del intento fallido de atravesar las montañas por el Paso del Cuerno Rojo. En la mañana del tercer día de viaje en Moria, descubren el diario que narra lo que le pasó a Balin y a su séquito, pero mientras lo leen son atacados por un numeroso grupo de Orcos. Antes de llegar a la salida, se encuentran con el mismísimo Balrog, y Gandalf se enfrenta a él para retenerlo. Tras la caída de ambos por el Abismo de Durin, la lucha prosigue hasta la cima del Celebdil, donde Gandalf logra derrotarlo. Esta lucha se conoció posteriormente con el nombre de Batalla de la Cima.
Se desconoce si en la Cuarta Edad Moria es reconquistada por los Enanos, pero sí se ha predicho que Durin VII será el que finalmente logre recuperar Moria para los Enanos, ya libre del Balrog.
Geografía[]
Las Minas de Moria se extienden bajo los llamados Tres Picos de Moria: el Caradhras, el Celebdil y el Monte Nuboso, y poseen dos entradas: las Puertas del Oeste, que daban a Eregion, y las Puertas del Este, que iban a parar al Valle del Arroyo Sombrío. Entre estas puertas, según Gandalf, hay entre treinta y cuarenta millas en línea recta, pero el viajero que atraviese Moria andará muchas más, porque el camino da muchas vueltas.
Debido a la vastedad de las minas y la cantidad de salas, corredores, abismos y lugares diferentes que hay en ellas, es difícil hacerse una idea de la inmensidad de Moria, pero en El Señor de los Anillos se describen algunos lugares por los que pasa la Compañía del Anillo cuando cruza estas minas. A continuación se muestran las descripciones de algunos lugares de Moria.
Puertas del Oeste[]
Constituían la entrada occidental a las minas de Moria. Fueron construidas probablemente a inicios de la Segunda Edad, cuando algunos Elfos se asentaron en Eregion y formaron una importante amistad con los Enanos de Moria.
En contraste con las Puertas del Este, estas eran mucho más simples, y además se encontraban medio ocultas; la entrada sólo era marcada por dos acebos a ambos lados de las puertas. El único modo de abrirlas desde fuera era palparlas para que brillara el ithildin de las puertas a la luz de la luna. Una vez el ithildin brillaba, se mostraban los emblemas de Durin: un martillo y un yunque coronados por siete estrellas; y los emblemas de los Herreros Elfos: los Árboles de los Altos Elfos y la Estrella de la Casa de Fëanor. También se mostraba un acertijo que permitía la entrada si la respuesta correcta era pronunciada. En cambio,las puertas se podían abrir fácilmente desde dentro, bastaban dos personas empujando desde dentro para abrirlas.
En los acontecimientos de El Señor de los Anillos, la Compañía descubre que Sauron ha retenido el agua del Sirannon, el arroyo que corre junto a las puertas, y ha formado una presa donde se oculta el Guardián del Agua, una criatura desconocida con tentáculos. Justo antes de penetrar en Moria, Frodo es atacado por el guardán, pero logra escapar gracias a Sam, que lo agarra antes de ser arrastrado al lago. El ataque del guardián provoca desprendimientos, por lo que las Puertas del Oeste se bloquean, y la Compañía, dentro de las minas, se ve obligada a buscar las Puertas del Este.
Cruce de Caminos[]
Tras caminar durante horas desde la entrada en Moria, la Compañía se encuentra un arco donde se abren tres caminos: uno hacia la izquierda desdenciente, otro al centro recto pero angosto, y por último uno a la derecha ascendente. Gandalf, al llegar a este cruce, propone a la Comunidad dejar de caminar y pasar la noche en la contigua Sala de la Guardia, para reflexionar sobre qué camino van a tomar. Al día siguiente, Gandalf declara que no le gusta el olor del camino izquierdo, y cree que el aire de allí está viciado; la idea del camino del medio tampoco le gusta, por lo que decide que deben continuar por el camino de la derecha, que resulta ser el correcto y sube regularmente.
Sala de la Guardia[]
Era una pequeña sala que se encontraba adosada a la sala del Cruce de Caminos. No era muy grande, en comparación con otras estancias de Moria, y contaba con un profundo pozo para el uso de los guardias enanos. En ella la Compañía pasa su primera noche en las minas.
Sala vigésimo primera[]
Era una gran sala situada en el Séptimo Nivel, en la que desembocaba la ruta comercial que partía del arco derecho del Cruce de Caminos. Era de gran extensión y una de las estancias más grandes de Moria, con muchos pilares que la sostenían con chapiteles que simulaban árboles. Contaba también con algunos conductos conectados con el exterior de la montaña que permitían el paso de los rayos del sol por la mañana, iluminándola levemente.
La Comunidad del Anillo llega a esta sala en su segunda noche en Moria, y pasa la noche en su lado oriental. A un lado de la sala se hallaban varias cámaras de archivos, entre las que destacaba la Cámara de Mazarbul, que es explorada por la Compañía al día siguiente.
Cámara de Mazarbul[]
La Cámara de Mazarbul, también conocida como la Cámara de los Registros, fue una pequeña estancia adosada a la sala vigésimo primera, y originalmente en ella se guardaban varios archivos de comercio y ciencias de las minas de Moria. Cuando Balin y su grupo de enanos intentaron reconquistar Moria, utilizaron esta cámara como cuartel general, y cuando al fin fueron rodeados por los orcos y Balin asesinado, su lecho se colocó al centro de la sala.
Muchos años después, la Compañía entra por la mañana en la cámara y encuentra la tumba de Balin iluminada por un rayo de luz que sale de una abertura del techo. Allí, Gandalf encuentra el Libro de Balin, donde descubre la triste suerte que corrieron él y sus compañeros. Es en ese mismo momento cuando la Comunidad oye tambores en los abismos y es asediada por un numeroso grupo de orcos y trolls, capitaneados el mismo Balrog de Moria.
Puente de Khazad-dûm y Abismo de Durin[]
El puente de Khazad-dûm era una de las partes más antiguas de Moria, y consistía en un simple y estrecha pasarela, sin baranda ni pilares, que salvaba el inmenso Abismo de Durin, una gran fosa aparentemente sin fondo, cuya profundidad nunca había sido medida. Tras ser sorprendida por el grupo de Orcos y el Balrog, la Compañía huye por este puente mientras Gandalf se queda al centro de él para luchar contra el Balrog. A pesar de que Gandalf consigue arrojarlo al Abismo de Durin, rompiendo el puente, su látigo le envuelve y también cae al abismo después de ordenar a los miembros de la Compañía que huyan lo antes posible.
Puertas del Este[]
Del mismo modo que en su cara oeste, las Minas de Moria contaban con otras puertas orientadas al este, que daban al Valle del Arroyo Sombrío y al Lago Espejo. A diferencia de su salida opuesta, las Puertas del Este eran mucho más grandes y elaboradas que las del Oeste, además de que podían verse desde bastante distancia. El motivo de esto era porque estas puertas eran mucho más utilizadas por los Enanos y contaban siempre con una guarnición de vigilancia. Es también por aquí por donde huye la Compañía del Anillo al escapar de la persecución de los orcos que habían ocupado Moria.
La Escalera Interminable[]
Este era el nombre que recibía una escalera legendaria que arrancaba desde los túneles más profundos de Moria y subía hasta la cima del pico del Cuerno de Plata, donde desembocaba en la Torre de Durin. Su existencia fue discutida durante mucho tiempo, aunque Gandalf lo confirmó en su lucha con el Balrog de Moria, en la que subió por estas míticas escaleras que serpenteaban como un caracol a través de la montaña.
Torre de Durin[]
Se trata de la única edificación exterior de Moria. Situada en lo más alto del Celebdil, es una atalaya de vigilancia en la que termina la Escalera Interminable. Es conocida sobre todo por ser el lugar donde tuvo lugar la Batalla de la Cima, en la que Gandalf logró derrotar al Balrog de Moria después de un épico y largo enfrentamiento.