Annúminas, que significa "Torre del Ocaso", fue la primera capital del reino de Arnor en el noroeste de Eriador, fundada por Elendil tras la caída de Númenor. Aunque en los tiempos de "El Señor de los Anillos" está en ruinas, Annúminas fue una de las ciudades más importantes de la Segunda y Tercera Edad antes de su abandono.
Historia[]
Fundación[]
Annúminas fue fundada por Elendil en el año 3320 de la Segunda Edad, poco después de la caída de Númenor. La ciudad se encontraba situada en la orilla sur del Lago Evendim (también conocido como Nenuial), en la región de Eriador, al noroeste de la Tierra Media. Su nombre significa "Torre del Ocaso" en la lengua élfica Quenya. Fue la capital del reino de Arnor, uno de los dos reinos en el exilio fundados por los Dúnedain tras la destrucción de Númenor.
Durante los primeros siglos de su existencia, Annúminas fue el hogar de los reyes de Arnor, quienes gobernaban sobre un extenso territorio desde este majestuoso enclave. La ciudad floreció bajo el liderazgo de los descendientes de Elendil, quienes preservaron las artes y conocimientos de los númenóreanos.
Decadencia y abandono[]
Con el paso del tiempo, la unidad de Arnor se deterioró. Tras la muerte del rey Eärendur, el reino se dividió en tres reinos más pequeños: Arthedain, Cardolan y Rhudaur, lo que marcó el inicio del declive de Annúminas. Los reyes de Arthedain se trasladaron a Fornost Erain y Annúminas quedó abandonada. En los tiempos de la Guerra del Anillo, Annúminas ya era una ciudad en ruinas, su gloria pasada convertida en un recuerdo.
A lo largo de los siglos, la ciudad fue invadida por la naturaleza, y sus edificios majestuosos cayeron en ruinas. Sin embargo, debido a su cercanía al lago Evendim y a su conexión con la historia de los Dúnedain, continuaba siendo un símbolo de la antigua grandeza de Arnor.
Restauración[]
Tras la coronación de Aragorn II, Elessar Telcontar, como rey de Gondor y Arnor al final de la Guerra del Anillo, Annúminas fue restaurada como capital del Reino Unificado en el norte. Aragorn vivió en Annúminas en ocasiones y gobernó desde allí durante parte de su reinado, devolviendo a la ciudad parte de su antigua gloria.
Geografía[]
Annúminas estaba situada en la orilla sur del Lago Evendim, un gran cuerpo de agua de la región noroeste de Eriador. Las tierras que rodeaban la ciudad eran de terreno accidentado, con colinas verdes y bosques que se extendían hacia el oeste. El clima de la región era templado, con inviernos fríos pero no extremos y veranos suaves, adecuado para los asentamientos humanos de los Dúnedain.
El lago Evendim era conocido por sus aguas cristalinas y su belleza natural, lo que añadía serenidad y majestuosidad al paisaje que rodeaba Annúminas. Durante los tiempos de su esplendor, la ciudad aprovechaba las vistas panorámicas del lago, integrándose de manera armoniosa con el entorno natural.
Arquitectura[]
Su arquitectura está basada en su herencia númenóreana. Annúminas habría sido construida siguiendo el estilo característico de los Dúnedain, descendientes de los habitantes de Númenor. Es central el uso de piedra blanca y materiales duraderos, con construcciones monumentales que incluían torres, palacios, avenidas anchas y plazas públicas. Como capital de Arnor, la ciudad albergó un gran palacio, hogar de los reyes, y varios monumentos importantes, como estatuas de antiguos reyes y héroes de Númenor.
El palacio real se erigió en una colina, con vistas al lago Evendim, representando el poder y la sabiduría de los Dúnedain en su exilio. La ciudad, en su apogeo, fue un centro de comercio, cultura y poder militar, con grandes edificios públicos y defensivos.
Cultura[]
Annúminas fue un símbolo del poder y la cultura de los Dúnedain de Arnor. La ciudad preservaba las tradiciones y el legado de Númenor, incluyendo su idioma, arquitectura y conocimiento. Fue el centro del gobierno de Arnor y sede de los reyes descendientes de Elendil.
Con la decadencia de Arnor y su eventual división en varios reinos más pequeños, Annúminas fue abandonada. Sin embargo, la ciudad mantuvo su estatus como un símbolo de la grandeza pasada y se esperaba su restauración con la reunificación de los reinos bajo el linaje de Isildur, lo que se logró con el reinado de Aragorn.
Referencias[]
- El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey - Apéndices
- Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media
- El Silmarillion
- La Historia de la Tierra Media
- Cartas de J.R.R. Tolkien